A menudo observo en algunos inversores interesados en poner en marcha un negocio de acuicultura, el bajo nivel de conocimiento de la organización y el funcionamiento de una empresa de este tipo. Es por ello que en este artículo voy a tratar de explicar la importancia del perfil de cada uno de ellos y cómo influyen en la organización.
El perfil del inversor en acuicultura se suele encuadrar en uno de los siguientes tipos:
a) Perfil técnico.
b) Perfil de empresario.
c) Perfil de ventas.
d) Perfil de operario.
A continuación los describo brevemente:
a) Perfil técnico: el inversor dispone de una sólida formación en acuicultura, por disponer de un postgrado en la materia, y conoce las dificultades técnicas de la producción acuícola de la especie objetivo de su proyecto.
b) Perfil de empresario: su conocimiento y experiencia sobre gestión empresarial, le dota de habilidades para la gerencia y administración de una empresa de acuicultura.
c) Perfil comercial: normalmente suele proceder del sector comercializador pesquero (distribuidor, mayorista, etc.), con habilidades de negociación, y con capacidad para conocer el mercado del producto acuícola objeto del proyecto.
d) Perfil de operario: normalmente suele proceder del sector productivo pesquero (marinero, operario de máquinas, etc.) o marisquero, o dispone de una formación técnico-profesional de ciclo medio o superior relacionada con el negocio acuícola.
En un grupo de inversores multidisciplinar, aquel que tenga un perfil técnico podría hacerse responsable de la dirección técnica de la instalación, diseñando los planes de producción y gestionando la parte productiva; aquel inversor con un perfil empresarial podría gerenciar y administrar el negocio; un inversor con conocimiento comercial podría especializarse en la comercialización del producto, definiendo la mejor estrategia de ventas, buscando clientes y negociando contratos de suministro; y por último un inversor con conocimiento y experiencia de operario, podría asumir, quizás con alguna adaptación formativa, las tareas más operativas de producción acuícola y mantenimiento de las instalaciones.
Sin embargo, los socios inversores con perfiles multidisciplinares no suelen ser comunes en el desarrollo de un proyecto acuícola, siendo lo más común encontrar uno o dos de los perfiles antes mencionados en un proyecto de inversión. Concretamente los perfiles más comunes que he conocido han sido los de perfil técnico, comercial y operario, con el déficit de habilidades de gestión y administración del negocio que esto supone.
Resulta fundamental por tanto que el staff o equipo encargado de impulsar un proyecto de inversión acuícola deba contar con al menos los tres primeros de estos perfiles, si bien hay varias estrategias iniciales:
a) Concentrar perfiles en 2-3 personas del equipo: a menudo el perfil con formación empresarial tiene sólidas habilidades y conocimientos comerciales, lo que permite concentrar ambas funciones en un primer momento, delegando en un comercial más adelante esta función. Y también suele ser común que el perfil técnico desempeñe funciones operativas hasta que las pueda delegar en un operario. Sin embargo, no se aconseja concentrar estas funciones demasiado tiempo, ya que forman cuellos de botella en la organización, que dificultan el desarrollo de la actividad a medio plazo.
b) Buscar socios que completen los perfiles requeridos: es una opción muy interesante para formar un equipo capaz de desarrollar un proyecto de inversión acuícola, sin embargo, la búsqueda de socios suele chocar con los sentimientos de posesión de los primeros inversores sobre su proyecto, siendo en cualquier caso una tarea compleja y que suele requerir de asesoramiento especializado.
c) Contratar estos perfiles como parte del staff o equipo de trabajo sin ser socios de la empresa: esta es la opción más deseada por un pequeño grupo de inversores que no cubran todos estos perfiles, pero está limitada por su capacidad financiera.
Un proyecto productivo de acuicultura se sostiene sobre tres pilares fundamentales: la producción acuícola (parte técnica), la comercialización de la producción (parte comercial) y la gestión y administración de la empresa (parte gerencial). Si alguno de estos pilares no es lo suficientemente robusto o es muy débil por la falta de formación y experiencia del equipo, la empresa tendrá muchas posibilidades de sufrir graves problemas para consolidarse en el mercado, y probablemente nunca llegue a despegar y a crecer como negocio.
Aunque muchos negocios pueden requerir de estos pilares, no siempre tienen que estar soportados por personas diferentes. Sin embargo, el sector de la acuicultura requiere generalmente de un equipo multidisciplinar que domine estas áreas por la complejidad que presenta esta actividad.
Por tanto, y como conclusión, los inversores interesados en invertir en un proyecto acuícola deben definir previamente y en detalle, cuál será su equipo de trabajo y si serán socios o personal contratado, para maximizar las probabilidades de éxito de su proyecto.